México y Canadá fortalecen lazos con dignidad y respeto al pueblo

**La Cuarta Transformación hace equipo con Canadá en beneficio del pueblo.

Ciudad de México 19 de septiembre de 2025.- La presidenta Claudia Sheinbaum recibió ayer en Palacio Nacional al primer ministro de Canadá, Mark Carney, en una reunión que confirma que México vive nuevos tiempos. Ya no se trata de una política exterior al servicio de las élites ni de visitas de cortesía donde los acuerdos quedaban en el aire; ahora se construyen compromisos concretos que buscan transformar la vida del pueblo. En el encuentro, ambos gobiernos acordaron trabajar juntos en un plan de acción para fortalecer el comercio, impulsar la energía limpia y dar mayor seguridad, con la meta de que esos acuerdos se traduzcan en más empleos, estabilidad económica y bienestar para las familias mexicanas.

La presidenta fue clara: México no se subordina a nadie, hoy se respeta y se reconoce como un socio con dignidad, capaz de hablar de tú a tú con cualquier nación. En contraste con el viejo modelo neoliberal, donde todo se reducía a agradar a Estados Unidos, este gobierno abre nuevos caminos y consolida lazos de hermandad con países que ven en México un aliado estratégico y confiable. La visita del primer ministro Carney no solo reafirma la amistad con Canadá, también confirma que la Cuarta Transformación ha devuelto a nuestro país su voz en el mundo.

Lo importante es que estas alianzas internacionales no se quedan en el papel: significan inversiones con certeza jurídica, proyectos energéticos que apuestan por las tecnologías limpias y acuerdos de seguridad que buscan dar tranquilidad a la población. Es decir, beneficios reales que impactan directamente en el bolsillo y en la vida de la gente.

La Cuarta Transformación demuestra que la política exterior también se convierte en motor de justicia social. El mundo ya reconoce lo que el pueblo de México sabe: que cuando se gobierna con honestidad y poniendo al pueblo por delante, se logran avances históricos que antes parecían imposibles.