Sobre el caso de los sacerdotes jesuitas asesinados en la comunidad de Cerocahui en Chihuahua, el presidente Andrés Manuel López Obrador crítico a los representantes de la iglesia, por qué ha recibido constantes reproches acerca de su estrategia de seguridad.
Los sacerdotes asesinados, quienes respondían a los nombres de Javier Campos Morales y Joaquín Cèsar Mora Salazar y un tercero que se encontraba con ellos como guía turístico quien fue identificado como, José Noriel Portillo Gill alias “el chueco” líder de Los Salazar, célula en la sierra Tarahumara perteneciente al Cartel de Sinaloa.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, aseguro que están usando este y otros casos para iniciar una campaña en contra del Movimiento de Transformación, que él encabeza y señalo que los sacerdotes han pedido una respuesta de violencia ante estó, aún conociendo como se encuentra la corrupción en Chihuahua, y los mismos sacerdotes están enterados de como las autoridades locales protegían a esta persona, quién ya contaba con orden de aprehensión; y aún así actuaba con absoluta libertad y participaba en la política.
Agrego el presidente López Obrador, que las expresiones que se han estado suscitando “es que ya no, nos alcanzan los abrazos” ¿A qué se refieren entonces? ¿A más violencia? nuestra manera de resolver las situaciones en México es de manera pacifica.
“No aceptaremos calumnias o que nos levanten falsos testimonios, aún así tengan simpatía con partidos conservadores”.
Finalizó que la única persona que ha sido “prudente” en este caso, es el papa Francisco, quién ha dicho que la violencia no es respuesta para más violencia.
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